La empresa responsable de la restauración de la Catedral de Barcelona comenzó a instalar ayer frente al edificio una grúa de 90 metros de altura que permitirá agilizar los arreglos en la fachada y comenzar la rehabilitación del cimborrio central. Actualmente, se está trabajando en los seis contrafuertes que se encontraban afectados por la oxidación de las grapas metálicas de sujeción situadas en su interior. La instalación del enorme brazo mecánico mantendrá ocupada buena parte de la plaza Nova durante una semana, de modo que los fieles y turistas tendrán que acceder a la catedral por la calle del Bisbe o la dels Comtes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de marzo de 2007