Según el último informe sobre exclusión social encargado por la Xunta, en Galicia más de 400.000 personas, el 15% de la población, viven por debajo del umbral de la pobreza, una situación que se agrava en el caso de los más de 1.500 gallegos que no disponen de un hogar.
El informe de Vicepresidencia revela que la mayoría de personas que viven en condiciones extremas reside en el rural. La pobreza afecta a más mujeres que hombres, y sobre todo a los mayores de 45 años, siendo los pensionistas uno de los colectivos más desfavorecidos -si atendemos a los criterios establecidos por el informe, uno de cada ocho jubilados es considerado pobre. El estudio concluye que durante los últimos cinco años de crecimiento de la economía gallega y del empleo, las desigualdades sociales han aumentado en nuestra comunidad.
Ésas son las frías estadísticas que pretende corregir el departamento de Anxo Quintana con el II Plan de Inclusión social que destina 180 millones de euros para mejorar la cobertura territorial, la inserción sociolaboral de colectivos "crónicamente vulnerables y fomentar la participación de las ONGs en aquellas zonas territorialmente deprimidas.
Entre las medidas destacadas por el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, está la ampliación de la Red de Equipos de Inclusión para favorecer la formación y acompañamiento de perceptores de la Renta de Integración Social de Galicia (RISGA) y de otras personas en riesgo de exclusión social. El plan contempla programas de inteculturalidad para fomentar la normalización del colectivo gitano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de marzo de 2007