El mosso d'esquadra Raúl Ogazón Egea fue juzgado ayer en la Audiencia de Barcelona acusado de golpear y vejar a un menor marroquí que se negó a identificarse y que fue confundido con un ladrón que acababa de actuar en Ciutat Vella. La fiscal solicitó para él dos años de cárcel por un delito contra la integridad moral y otros tres años de inhabilitación.
En el mismo juicio se sentó en el banquillo el agente Enric Andrés Ferrer por los mismos cargos, aunque la fiscalía retiró la acusación después de que la supuesta víctima, un marroquí mayor de edad, negara la agresión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de marzo de 2007