El Ministerio de Educación aseguró ayer que cumplirá el compromiso electoral del PSOE de que el gasto público en universidades e investigación, suponga al final de la legislatura un 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB), que actualmente se sitúa en el 1,2%, dijo el secretario de Estado de Universidades, Miguel Ángel Quintanilla. Esto supondría un aumento espectacular para el año que viene de un 25%, unos 3.000 millones de euros, hasta alcanzar alrededor de 15.500 millones en total (cifras calculadas sobre la previsión del PIB para 2007).
Quintanilla respondió así, durante su comparecencia en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados, después de que Eugenio Nasarre, del Grupo Popular, pusiera seriamente en duda que el Gobierno pudiera cumplir su compromiso de alcanzar ese 1,5% (media de gasto de la OCDE) en el año que le queda de legislatura. El secretario de estado aseguró que en los próximos meses negociarán con las comunidades autónomas -"El mayor peso financiero de las universidades recae" en ellas, dijo-, para fijar los planes necesarios para cumplirlo.
Como punto de partida de esas conversaciones se tomará el informe sobre la futura financiación universitaria, que se conocerá probablemente este mes, pero cuya redacción acumula un gran retraso, admitió Quintanilla. No obstante, justificó la demora porque los expertos en cargados del informe habían detenido sus trabajos hasta ver fijados tanto el nuevo marco legal -la reforma de la Ley de Universidades está ahora en el Senado- como la nueva estructura de las carreras, que las harán homologables en toda Europa. Esa futura financiación estará vinculada, al menos en parte, a los resultados de las universidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de marzo de 2007