A Silvio Berlusconi le gusta el arte y desde luego no repara en gastos para obtenerlo. Esta vez, el destino de sus afanes coleccionistas ha sido la Feria Europea de Antigüedades abierta hasta el domingo en la ciudad holandesa de Maastricht. Allí, y en una aparición fugaz pero contundente, el ex primer ministro italiano se gastó un millón y medio de euros en ocho pinturas y un bronce.
Entre los afortunados anticuarios que le atendieron se cuenta Altomani e Hijo, una casa de Milán especializada en mayólica (loza esmaltada), maestros antiguos y esculturas.
Berlusconi disfrutó con la contemplación de las obras de arte expuestas este año por 218 marchantes y valoradas en 750 millones. Una minucia comparada con su propia fortuna, que la revista estadounidense Forbes cifra en 11.800 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de marzo de 2007