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Reportaje:

Aire para los grandes

El Madrid responde con una apurada victoria ante el Nàstic a la goleada del Barça mientras el Sevilla derrota al Celta

Al clásico siempre se le ha concedido una importancia añadida por las secuelas que provoca la victoria o la derrota. El último, sin embargo, acabó en empate y dejó a los dos equipos igual de contentos. El marcador de la última jornada avaló las buenas sensaciones tanto del Barcelona como del Madrid. El juego, en cambio, reiteró la precariedad del plantel blanco y avaló el optimismo azulgrana en un campeonato todavía muy abierto.

La satisfacción estaba justificada en el Barça, que salvó el resultado contra el Madrid con un hat trick de Messi cuya onda expansiva alcanzó al encuentro de Huelva. Los azulgrana se reencontraron con la victoria en cancha ajena después de cuatro meses. El partido, en cualquier caso, resultó tan sencillo para los barcelonistas que hasta al entrenador le pareció poca cosa. Funcionó la línea de medios y no perdonaron los delanteros. Eto'o y Messi, que han marcado seis de los últimos siete goles del Barcelona, se han bastado para finiquitar a los últimos rivales. No hay noticias aún sobre Ronaldinho, más presente en el mercado que en la cancha, pese a que cualquier chequeo sobre su salud avala que está en forma. El absentismo del brasileño ante el Recreativo no incidió en la mecánica del equipo, animado por el regreso de Eto'o y por el efecto Messi.

Las individualidades, y especialmente el revoltoso Robinho, redimieron igualmente al Madrid después de un partido espantoso con el Nàstic. Los madridistas se planteaban el encuentro ante uno de los equipos en zona de descenso como si fuera una final. Los jugadores anunciaban un equipo como Dios manda, un cambio de plan, una tarde de fútbol por fin en el Bernabéu. Ocurrió que, al final, se dieron por satisfechos con una victoria discreta después de un juego muy escaso contra un adversario que compitió noblemente con diez por expulsión de César Navas nada más empezar la contienda. Aunque gustó más la afrenta del Nàstic, se impuso el Madrid, que se ha ganado dos semanas de paz.

A fin de cuentas, el Madrid ya ha pasado al Valencia, que pegó el gran gatillazo en Mestalla en plenas fallas, mientras el Sevilla despachaba al Celta en un vibrante encuentro y ratificaba su condición de colíder. A falta de 11 jornadas, la Liga está totalmente abierta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de marzo de 2007