Unos 8.000 moteros hicieron ayer rugir sus máquinas por las calles de Madrid para acompañar a los pilotos del equipo Repsol de MotoGP, el español Dani Pedrosa y el estadounidense Nicky Hayden (actual campeón del mundo de la categoría).
La comitiva ocupó cuatro kilómetros en su recorrido por la ciudad, desde el recinto ferial Juan Carlos I hasta el Palacio de los Deportes, y entre los motoristas se encontraba el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. El acto fue el pistoletazo de salida para la fiesta que los aficionados vivirán el próximo fin de semana en el circuito andaluz de Jerez de la Frontera, donde se disputará el segundo Gran Premio de este año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de marzo de 2007