Sí. El mero hecho de disponer de una gran fuerza militar no es garantía de dominio. El fracaso de las maquinarias bélicas empleadas por Estados Unidos en Irak y por Israel en Líbano lo demuestran. Hoy en día, a los pueblos se les puede invadir con la fuerza, pero no se les somete con ella. China, a medio plazo primera potencia económica mundial, marcará la pauta. De hecho, ya la está marcando. Bribón.
La Administración Bush ha sido un fracaso, pero desaparecida ésta, se volverá a restaurar el papel dominante de EE UU. Y debemos confiar en que así sea, puesto que si Estados Unidos se blinda dentro de sus fronteras y se olvida del resto, nos obligaría a defendernos por nosotros mismos. Moski.
Todo hace pensar que sí, aunque todavía no se tiene suficiente perspectiva para poder asegurarlo. Del Nuevo Orden Mundial que proclamó el padre del actual presidente se pasó, sin solución de continuidad, a un dominio descarado de los llamados neocons, perfectamente amorales y torpes, representados por su hijo. Éstos destrozaron sin complejos el prestigio en el planeta que esa gran nación adquirió al vencer al nazismo en la II Guerra Mundial. Así que parece que va a ser imposible que Estados Unidos continúe con su liderazgo en solitario. JuanGIbañez.
En absoluto. El fracaso de Vietnam hizo más fuerte a Estados Unidos. Cuando Estados Unidos se une es muy poderoso. Lo preocupante es la debilidad europea. Sólo con Sarkozy hay esperanza. Almogavar.
La hegemonía tecnológica y económica de EE UU durará mucho, si la dinastía Bush no mete a ese país en más berenjenales. Fedepiñar.
Me preocupan los problemas que podrían añadirse a los ya existentes si el belicista Sr. Bush iniciara una guerra contra Irán, aunque fuera a través de Israel. Gavilani.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de marzo de 2007