El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, mantiene con ahínco su intención de tener unas relaciones normales con el PP y, a ser posible, alcanzar algún acuerdo en las reformas pendientes. Así lo demostró ayer de nuevo en el Congreso de los Diputados, donde, con cierto misterio, aseguró que hará una propuesta al PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en funciones desde hace cinco meses, que "no podrá rechazar".
El mandato del actual Consejo expiró hace cinco meses y todavía no ha habido posibilidad ni siquiera de acercamiento entre los dos grandes partidos. El PP sostiene que los socialistas no quieren pactar, y como argumento señala la posibilidad de que se apruebe una reforma legal, propuesta por IU, para que el consejo en funciones sólo pueda tomar decisiones administrativas intrascendentes. Como gesto de buena voluntad, Bermejo aseguró que "ni ha estado en sus intenciones ni estará" aceptar o promover fórmulas que limiten las actuaciones del consejo actual.
Aunque el ministro insistió en que la propuesta será satisfactoria para el PP, desde el grupo socialista el optimismo sobre las posibilidades de pacto es más que limitado. Su portavoz, Diego López Garrido, no quiso entrar en el detalle de la propuesta que en su día trató con el portavoz parlamentario del Grupo Popular, Eduardo Zaplana.
Voluntad política
"Si hubiera voluntad política, los números y los nombres los pactaríamos en pocas horas, eso no sería problema", señaló López Garrido. "El problema está, y lo digo sinceramente, en que el PP no tiene voluntad política de renovar el consejo; no quiere porque le interesa el actual, tal y como está, que sirve para combatir al Gobierno", opinó.
Los socialistas no quieren polemizar con el PP respecto a cuántos vocales podrían proponer cada cual. Eso sí, aseguran que el PP en ningún caso puede mantener la mayoría que ahora posee, fruto de la anterior composición de las Cortes. "Sólo hablaremos de propuestas concretas cuando constatemos la voluntad del PP de renovar el Consejo; si no, no tiene sentido", sentenció el dirigente socialista.
Por su parte, el portavoz popular, Eduardo Zaplana, aseguró que "jamás" se ha hablado en las negociaciones del número de vocales que tendría que tener su partido. Por tanto, el PP, insistió, no ha podido exigir nunca una minoría de bloqueo de nueve vocales. Zaplana aseguró que hasta ahora solamente se ha hablado de perfiles, y avisó al PSOE: si apoyan la propuesta de Izquierda Unida para limitar el poder del consejo, se habrán convertido en un "Gobierno chavista".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de marzo de 2007