Miguel, Víctor y Sara empalman rollos de celuloide de 500 metros cada uno y los colocan en platos gigantes frente a los proyectores. El vestíbulo huele a tapicería de coche nuevo y a palomitas recién hechas. Parece un hotel o el nuevo restaurante de Sergi Arola. Todo bastante minimal, ni floreros ni rococó a lo Plaza Norte. Menos es más, pero 20 salas y 4.000 butacas esperan que comience la función.
Los vecinos del norte de Madrid tendrán a partir del día 30 el mayor multicine de la capital cerca de sus casas. Especialmente de los que vivan en los nuevos barrios de Sanchinarro, Las Tablas o Montecarmelo. El intenso olor a palomitas y su propuesta de multisala serán compatibles con las películas checas color sepia o los experimentos fílmicos daneses. Sus dueños, el grupo francés UGC, aseguran que, aunque por sus pantallas trepará Spiderman 3, se proyectarán también películas independientes y establecerán una cuota de exhibición del 35% de cintas europeas. Y para más deleite de la ministra de Cultura, proclaman: "Amamos el cine español".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de marzo de 2007