EL PAÍS es un diario independiente. Por eso colaboro en sus páginas. Colaboran también escritores de signo político diferente del mío. Continuando con la fórmula conciliatoria de la post-dictadura, EL PAÍS reúne la opinión de todo el espectro ideológico, de la derecha a la izquierda. Ésta es su fuerza. Ésta, la razón de la solidaridad que sus escritores le brindamos al diario y al equipo dirigente. No es la primera vez que la sombra prevaricadora de los ultras españoles quisieran que EL PAÍS se callara. Junto con nuestro amigo Jesús de Polanco, seguiremos hablando gracias a EL PAÍS, por su independencia española, latinoamericana y europea. Su libertad es la nuestra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de marzo de 2007