Los comerciantes del mercado de la Barceloneta volvieron ayer a ocupar el recinto cinco años después de que el Ayuntamiento acometiera la reforma integral del edificio. Pero no volvieron todos. El nuevo mercado albergará 34 de los 60 puestos que había originalmente. Son los que han tenido la paciencia y el dinero necesarios para pagar los 60.000 euros de media que ha costado reconstruir cada puesto. "Todo eso ha valido la pena. Tenemos un mercado del siglo XXI que ha transformado el barrio y atraerá a más clientes", señaló Roberto Martínez, propietario de una pescadería.
El edificio cuenta con un aparcamiento, servicio a domicilio, dos restaurantes -uno de ellos posee una estrella Michelin- y una sala de actos. En el exterior, el arquitecto Josep Miàs ha respetado al máximo la estructura original del mercado, que data de 1884. Los comerciantes esperan duplicar el número de clientes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de marzo de 2007