Nunca es suficiente. La privación de libertad es dura, pero si es por motivos políticos, y en un régimen como el cubano es terrible. La existencia del Guantánamo "democrático" no exime a Castro de sus culpas. Fedepiñar.
Los agravios comparativos al otro Guantánamo son para intoxicar a la opinión pública. No creo que los disidentes cubanos -progolpistas en su mayoría- tengan privados los sentidos y vivan en unas condiciones tan miserables como tienen los EE UU a los presos que allí están sometidos por supuesto terrorismo internacional. Hay prioridades, y la primera está en el auténtico y genuino Guantánamo. Rafacimata.
Un país demasiado pequeño y sin recursos propios para llevar el estandarte de la opción comunista ha terminado siendo caricatura del ideal. No es de extrañar que el gallinero se revuelva con frecuencia y se emplee la mano dura para reprimir los intentos desestabilizadores que surgen. Moski.
No creo que tengan nada que ver comparativamente los disidentes cubanos detenidos, con los secuestrados de Guantánamo. Internacionalmente se tendrían que revisar caso por caso de los cubanos disidentes detenidos, pero al mismo tiempo obligar a los que han privado de libertad sin ningunas garantías jurídicas se interesen por ellos también internacionalmente. Gavilani.
Cuba es una dictadura y no hay justificación para admitirle a su régimen la falta de libertades. Resulta inadmisible que se homologue una dictadura a una democracia. Por tanto, ¿de qué otro Guantánamo estamos hablando? Yo sólo conozco uno. Ese Guantánamo administrado por lo que se hace llamar la mayor democracia del mundo, donde la falta al respeto a los más elementales derechos humanos impera a sus anchas. Bribón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de marzo de 2007