El príncipe Laurent de Bélgica se ha quedado sin celebración del 50º aniversario del Tratado de Roma y sin compartir mesa y mantel con los soberanos luxemburgueses la semana pasada. Laurent (1963) no ha sido invitado a palacio y la prensa belga ya especula sobre un posible castigo de su padre, el rey Alberto II de Bélgica, por la implicación de su hijo menor en un asunto de malversación de fondos de la Marina.
La alarma saltó cuando el antiguo consejero del príncipe, Rudy Bogaert, pusiera sobre la mesa la teoría del castigo, el lunes por la noche durante una intervención en la televisión flamenca. Mientras el diario Le Soir calculaba ayer que la última vez que Laurent asistió a un acto oficial fue a finales de enero, un portavoz de la casa real belga rehusó explicar "las presencias ni las ausencias de los miembros de la familia real".
Varios militares y empresarios han desfilado ante la justicia acusados de malversar 2,2 millones del Ejército. Entre ellos, Noël Vaessen, consejero del príncipe Laurent. Parte del dinero sirvió para decorar la residencia del príncipe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de marzo de 2007