El Fondo de Reserva, la hucha que garantiza el pago de pensiones en caso de crisis, acometerá inversiones más dinámicas a partir del año próximo. El Gobierno ultima una ley para permitir que este creciente capital (40.334 millones de euros, equivalente al 4% del producto interior bruto) se pueda invertir en Bolsa. Hasta ahora el fondo sólo se destina a deuda pública, lo que otorga seguridad pero también menor rentabilidad a ese dinero. El proyecto está "en su recta final", según explicó ayer el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, y entrará en el Congreso antes de verano.
La inversión de ese capital en empresas privadas tendrá una limitación esencial: que no pretendan hacerse con una posición de dominio de esas compañías. Está por decidir si se fijará un porcentaje máximo del fondo que podrá destinarse a Bolsa o se dejará a criterio del gestor. En todo caso, sólo se invertirá en empresas comprometidas con su entorno social y medioambiental. Granado está negociando esta ley con la patronal y los sindicatos.
Además, la Seguridad Social saneará este año un agujero pendiente. Se trata de 1.005 millones de euros que debe al Banco de España por un préstamo pedido a principios de los noventa. Al liquidarlo de una vez, el pago se reduce a 750 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de marzo de 2007