Vladimir K., de 49 años, fue detenido ayer ocho horas después de haber matado supuestamente a cuchilladas a su suegra y herido de gravedad a su esposa, de la que tenía orden de alejamiento, y a un hijo. Poco antes de la seis de la madrugada, los vecinos del número 28 de la calle de Campamento, en el barrio de Benimàmet de Valencia escucharon ruidos, golpes y gritos. Minutos después un joven salía medio desnudo y herido a la calle en busca de ayuda.
El joven se abalanzó sobre un coche, el del vecino de enfrente, un repartidor de huevos que salía de casa. "Déjame entrar en el coche", le dijo. "No, voy a llamar a la policía", le contestó al verlo casi desnudo, herido y lleno de sangre. El joven salió corriendo. Fue detenido a cuatro calles. Había escapado de una masacre. En su casa, quedaba muerta su abuela, de 70 años, y herida grave su madre, Elena Guneva, de 48 años.
Elena Guneva y Vladimir K., de origen ruso, compraron la vivienda el pasado diciembre. "Era una familia muy reservada. Ella es muy bonita de cara. Casi no he hablado con ellos. Sólo una vez, por la parabólica. Con ellos vive un joven. Su hijo, supongo. Y hasta el lunes pasado no había visto a la abuela. Nunca se escuchó nada ni hubo nada", explicó Remedios Lara, vecina del mismo rellano. Ayer, cuando preparaba el biberón de su nieta, oyó un estruendo. "Escuché un golpe tremendo, muebles, voces, pero no hice nada porque lo primero era mi nieta. Me llamó mi hija, que vive abajo, me preguntó y de pronto estaba lleno de policía y la escalera llena de sangre", relató.
La policía halló en el pasillo de la vivienda, ya sin vida, a la mujer de 70 años, con varias puñaladas. A pocos metros, en la habitación principal, estaba Elena Guneva. Tenía heridas de arma blanca en el tórax. Su cama estaba ensangrentada. La policía sospecha que Vladimir K. agredió primero a su esposa, y que la suegra y el hijo acudieron en su ayuda. La comisión judicial levantó el cadáver hacia las 8.00. En el lugar de los hechos, no se encontró el arma homicida.
El pasado mes de febrero, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos de Valencia condenó a Vladimir K. en juicio de falta a seis meses de alejamiento de su esposa. La policía local había contactado con Elena Guneva el pasado lunes día 26 y consta que ella dijo que todo iba bien.
Vladimir K. es un habitual, según fuentes policiales, de círculos marginales de la ciudad de Valencia. Le han visto bebido, pidiendo y durmiendo en algún jardín. Ayer, discutió con unos indigentes y se encaró con uno de ellos: "Déjame en paz, que vengo de matar a tres". El ofendido avisó a la policía y, poco después, era detenido. Según las mismas fuentes, Vladimir K. no vivía con Elena Guneva pero anoche acudió al domicilio familiar y ella le abrió. Poco después se inició una discusión que acabó en tragedia.
Por otra parte, unas 400 personas se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de Burriana (Castellón) para guardar un minuto de silencio en memoria de la mujer asesinada el martes por su marido, informa María Fabra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de marzo de 2007