El río Ebro alcanzó ayer su máximo caudal a su paso por Zaragoza. A las 21.00, el caudal era de 1.877 metros cúbicos por segundo y la Confederación del Ebro esperaba que de madrugada se alcanzasen los 2.000 metros cúbicos por segundo, con cinco metros de altura. La crecida se produce por el deshielo tras el temporal.
En la desembocadura del río, en Tortosa (Tarragona), el caudal en los últimos cuatro días ha rondado los 1.000 metros cúbicos por segundo, según la web de la confederación hidrográfica. Esto supone que en este tiempo ha vertido unos 340 hectómetros, un 34% de lo que se habría trasvasado en un año.
En marzo, el río ha vertido tanta agua como preveía el trasvase. Los Gobiernos de Murcia y Valencia defendieron el trasvase y argumentaron que ésta es la cuarta crecida en 2007 y que con 12 días como ayer se habría completado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de marzo de 2007