El sábado llegaron a Barajas los últimos bolivianos a los que no se exigió visado para entrar en España. En la imagen, familiares y amigos esperan su salida. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, aseguró ayer que el proceso "es un instrumento de legalidad y se debe a la aplicación de una norma comunitaria, como se ha hecho con otros países".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de abril de 2007