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Reportaje:Fútbol | Copa de la UEFA: ida de los cuartos de final

Dos pequeños muy grandes

El Espanyol se mide al Benfica, que tiene como estrellas a Simão y Miccoli

El Espanyol se bate con el histórico Benfica en la Copa de la UEFA, un torneo que activa la memoria blanquiazul, que aspira a resarcirse de la final perdida con el Leverkusen en 1988. Utiliza el conjunto portugués dos sistemas: un 4-4-2 en rombo, en el que entra Rui Costa como media punta, y un 4-3-3, en el que las figuras son los extremos: Simão por la derecha y Miccoli por la izquierda. Ambos, pequeños cohetes de difícil detención (Miccoli mide 168 centímetros y Simão 170), coleccionan decepciones y elogios, pero con el Benfica se han hecho grandes.

Miccoli, tras ser rechazado por las escuelas del Milan y el Lecce, se formó en la Serie C italiana hasta que le fichó el Juventus. Allí no congenió con Capello, que define al delantero centro como un jugador alto que vive en el área, y se fue cedido al Perugia y el Fiorentina. Le rescató el Benfica. Simão pasó del Sporting de Lisboa al Barça en lo que fue el traspaso más caro hasta entonces de la historia portuguesa: 13,8 millones. Pero no triunfó en el Camp Nou y regresó a su país, al Benfica. Ronald Koeman dirigió a ambos. "Miccoli se inventa jugadas y aporta goles. Simão es muy importante porque puede decidir", conviene. Fernando Santos, actual técnico, recoge el testigo: "Miccoli lo tiene todo para triunfar. Tanto como Simão, nuestra figura". Ernesto Valverde, entrenador del Espanyol, también lo tiene claro: "Miccoli es un gran jugador, pero me quedo con Simão, que marca las diferencias".

Uno es el desborde; el otro, el talento. Simão lleva la imagen de su hija en el brazalete de capitán; Miccoli tiene tatuado al Che Guevara en una pierna. Simão es la figura del estadio da Luz; Miccoli, el niño mimado. Y ambos, el quebradero de cabeza del Espanyol. "A Miccoli he de encimarle para que no me rete a una carrera", revela Zabaleta. "A Simão no puedo dejarle que reciba de cara a la portería", explica Chica; "tengo que evitar que me encare. Tiene salida natural hacia los dos costados".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de abril de 2007