El obispo anglicano Carlos López, flanqueado a su izquierda por una pastora y a su derecha por otros dos cooficiantes, dirige una ceremonia religiosa en un templo de la madrileña calle de la Beneficencia. En estas fechas, la comunidad episcopal evoca la muerte de Jesucristo, pero conmemora señaladamente la resurrección, y a través de ella, los fieles obtienen el perdón de las faltas cometidas y de aquellas que puedan cometer, explican en este colectivo.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de abril de 2007