Sede de la ONG Intervida / EFE
Ex directivos de Intervida denunciaron en 2005 irregularidades en la gestión
"Como empleados de Fundación Intervida nos sentimos engañados y manipulados (...) entramos con ideales y todas esas ilusiones se han roto (...) Intervida no es una fundación, es un coto privado del señor Eduardo Castellón". Estas frases aparecen en una carta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, escrita y apoyada en 2005 por al menos cinco directivos de Intervida que aseguran que la remitieron a la fiscalía de Cataluña.