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Reportaje:

Capuchas en Corleone

Los cofrades de la villa siciliana vuelven a cubrirse el rostro tras 40 años de prohibición a causa de la mafia

Después de 40 años, los cofrades de Corleone, el corazón del poder mafioso siciliano, podrán volver a cubrirse el rostro en las procesiones de Semana Santa. La policía italiana decidió levantar la prohibición de las capuchas de penitentes -no se podían llevar por seguridad- tras la detención del que se considera el último padrino, Bernardo Provenzano, en abril pasado, según informó el jueves el diario La Repubblica.

La prohibición de las capuchas tradicionales fue dictada hace 40 años para impedir que los "asesinos se vistieran de cofrades y atacaran a sus rivales". Fueron los años más terribles del crimen organizado, cuando los corleoneses se ganaron fama mundial, entre ellos Totò Riina, detenido en 1993.

Tras el arresto de Bernardo Provenzano, la Iglesia, el Ayuntamiento y las cofradías pidieron el levantamiento de la medida, que ahora ha sido decidida por el jefe de la policía de Palermo, Giuseppe Caruso. "Hemos pensado que sería una forma de devolver la confianza a la gente de Corleone. Nosotros seguimos vigilando, pero ésta ya no es la tierra del padrino", comentó Caruso a La Repubblica.

La noticia se ha dado a conocer al tiempo que también se informaba en los medios locales del arresto y procesamiento del ex vicepresidente regional de la isla y líder del movimiento independentista Nueva Sicilia, Bartollo Pellegrino, acusado de corrupción en colusión con la Mafia.

El alcalde de Corleone, Nicolò Nicolasi, expresó su satisfacción y anunció: "En el aniversario de la captura de Bernardo Provenzano, vamos a conferir la ciudadanía honoraria a jueces y policías que liberaron a la ciudad de la Mafia".

Justo en estos días, Provenzano recibió en la cárcel la noticia de que ya no es un corleonés, sino un ciudadano de Terni (en el sur de Italia), la ciudad donde se encuentra detenido. "Borramos a algunos de la lista y los remplazamos con otros", comentó orgulloso Nicolasi.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de abril de 2007