Resulta sorprendente ver el esfuerzo de los medios de comunicación en general, y de la televisión pública en particular, en contribuir a orquestar la conciencia ciudadana para que se piense que en este país la política sólo es posible siguiendo modelos de bipartidismo de otros países, alabados por unos y denostada públicamente por otros.
Y es que la campaña publicitaria a que nos hemos visto sometidos, con el presidente español recientemente, y el jefe del otro partido mayoritario, en un programa muy del tipo americano, y muy acorde con esta visión de esta España bipartita, que en lo demás (salvo en política) presume de plural, diversa, multicultural, autonómica (con hechos diferenciales estatutarios ya reconocidos) y solidaria.
Así, en la realidad política no hay diversidad que valga: ahí, única cuestión en que "el bipartidismo" está de acuerdo. Los dos grandes partidos, junto con los medidos de comunicación, unidos.
Pero si de verdad somos como presumimos, se debería abrir este espacio a otras sensibilidades políticas que tengan una representatividad significativa, lo que les permitiría salir del anonimato a que los tienen sometidos, permitiría que saliera a la luz la realidad plural política. Y permitiría a los ciudadanos tener la oportunidad y el derecho de dirigir sus cien preguntas a otro u otros representantes elegidos democráticamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de abril de 2007