Los altos niveles en los que anda la Bolsa española no invitan a los inversores a desprenderse de sus miedos e invertir, más bien al contrario. La verticalidad con la que se han movido los parqués españoles en las últimas semanas sugieren que ha llegado el tiempo de la cautela y la prudencia. En el último mes y medio el Ibex 35 ha perdido y recuperado unos 1.400 puntos, y ha tocado cotas desconocidas hasta ahora.
La sesión de ayer fue un reflejo del cuidado y la indecisión con la que se manejan los mercados. El Ibex 35 se mantuvo en ganancias durante casi toda la jornada, incluso llegó a marcar un nuevo máximo intradía (15.063,8 puntos). Sin embargo, a menos de dos horas del cierre dio media vuelta empujado por la subida del precio del petróleo (el barril de brent llegó a cotizar a 68,6 dólares) y la apertura a la baja de Wall Street.
El selectivo acabó la sesión con una mínima pérdida del 0,05%: tablas. El Ibex perdió el nivel de los 15.000 puntos alcanzado el día anterior y quedó en 14.997,6 enteros, tras negociar un volumen de unos 5.500 millones.
El resto de índices españoles mantuvo la misma tónica. El Nuevo Mercado (3.868,6 puntos) apenas creció un 0,02%, y el Índice General (1.662,38), un 0,05%. Sólo el Ibex Medium (22.883,8), que se anotó una subida del 0,63% escapó, un poco, a la apática tónica general.
Los mercados del resto del continente también se tiñeron de rojo y perdieron parte de lo ganado en la sesión anterior. Si bien los índices selectivos europeos, como el español, apenas se movieron. Un ejemplo de ello es Londres, que cerró con una pérdida del 0,07%. Lideró las bajadas de los grandes índices París con una caída del 0,40%.
En Nueva York, los buenos resultados de Alcoa, conocidos al cierre de la sesión anterior, tampoco animaron al mercado, que se apuntó a las pérdidas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de abril de 2007