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Hallado muerto con signos de violencia en su casa de Murcia un cura jubilado

Un sacerdote jubilado de 75 años fue hallado muerto ayer por la mañana en su casa del barrio del Carmen de Murcia maniatado y con un martillazo en la cabeza, informaron fuentes policiales. El sacerdote, Salvador Fernández Ciller, fue encontrado por una de sus vecinas, Encarna Sánchez Nicolás, presidenta de la comunidad de propietarios, que tenía llaves del domicilio y que decidió entrar porque había goteras por una fuga de agua procedente del piso del párroco.

Encarna Sánchez, que solía acompañar al cura y estaba extrañada porque hacía cuatro días que no tenía noticias suyas, entró a la casa y encontró a Salvador Fernández en el suelo de su dormitorio muerto "con las manos atadas a la espalda y un golpe en la cabeza".

"Había dos grandes charcos de sangre alrededor de su cuerpo", relató esta vecina del barrio del Carmen de la capital, que prestó declaración ante los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que se hicieron cargo de la investigación de esta muerte violenta.

Una vez levantado el cadáver y trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia, la Policía Judicial tomó muestras en la vivienda y en los alrededores, donde inspeccionó un contenedor de vidrio y otro de papel, en el que hallaron unos sobres que requisaron.

El sacerdote Salvador Fernández vivía, desde que se jubiló hace más de un año, en el número 5 de la calle Ruiz Hidalgo, situada en una zona popular con mucha población flotante y cuajada de pequeños comercios.

Previamente había sido durante un año párroco de la iglesia de El Puntal, tras ser titular aproximadamente 17 años de la parroquia de la Purísima, ambas en las inmediaciones de Murcia.

La policía investigaba al cierre de esta edición todos los aspectos del asesinato, habida cuenta de que hace unos 15 días hubo otro crimen en el barrio murciano.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de abril de 2007