Una jornada laboral más extensa se ha asociado tradicionalmente a una mayor productividad: a más trabajo, más esfuerzo. Pues no. Al trabajar más horas, tiende a disminuir el aprovechamiento que se hace de cada una de ellas. Un estudio de la multinacional Adecco y la escuela de negocios IESE sobre nueve países europeos concluye que los que tienen una jornada laboral más corta son más productivos.
España es el tercer país con la jornada laboral más larga, con una media de 38,3 horas por semana, pero es el que menos rendimiento obtiene. Es más, la productividad media de cada ocupado español ha bajado un 4% desde 2001 y tres décimas porcentuales en un año. Junto a Italia, es el único país en los que esta variable cayó en 2006. "Es el mayor problema del mercado laboral español", asegura el estudio.
En cambio, los tres países con jornadas medias más breves (Holanda, Alemania y Bélgica) se encuentran entre los cuatro con mayor productividad por hora trabajada. En Bélgica (la mayor), esta variable es un 54% más elevada que la de España y casi el triple que en Polonia (la menor). La jornada laboral media belga es de 35,3 horas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de abril de 2007