El encarecimiento de la energía tiró al alza de la inflación en EE UU, donde el índice de precios de consumo subió en marzo seis décimas. La tasa anual se elevó así al 2,8%, cuatro décimas más que en febrero. Sin embargo, la inflación subyacente sólo una décima en el mes, y la anual se moderó dos décimas, hasta el 2,5%, aunque está aún medio punto por encima del nivel de referencia para la estabilidad de precios que marca la Reserva Federal.
Los precios de la energía subieron en marzo un 5,9%, con un encarecimiento del 10,6% del combustible como elemento principal de este repunte. Es la mayor subida mensual registrada en este componente desde la oleada de huracanes que al final del verano de 2005 azotó la costa del golfo de México y que obligó a paralizar gran parte de la producción de crudo y de refino al sur de Estados Unidos.
Al margen de la energía, el resto de los elementos del IPC estadounidense tienden a moderarse, lo que podría animar a la Fed a empezar a plantearse un relajamiento de la política monetaria, como desea Wall Street. Los tipos de interés están en el 5,25% desde junio del año pasado. Los salarios semanales, entretanto, cayeron un 0,1% entre febrero y marzo, lo que eleva la anual al 4,4%, hasta 556,4 dólares a la semana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de abril de 2007