Miguel Ángel, hermano del sargento primero José Manuel Sencianes, uno de los 62 militares españoles muertos en el accidente del Yak-42, no ocultaba ayer su emoción ante el memorial que recuerda la peor catástrofe del Ejército español en tiempos de paz. El monumento, que se alza en el Paseo de la Constitución, en el corazón de Zaragoza, donde estaban destinados 21 de los militares, incluye una plancha en acero cortén con los nombres de los fallecidos que se eleva, como una rampa de lanzamiento, sobre un laberinto de agua, Lo ha realizado el arquitecto José Manuel Pérez Latorre, por encargo del Ayuntamiento de Zaragoza, que ha pagado 388.368 euros.
Al sencillo acto, que incluyó la interpretación de piezas de Rachmaninov y Albinoni, asistieron el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, la subsecretaria de Defensa, Soledad López, y unos 80 familiares de las víctimas, que depositaron 62 rosas blancas sobre el memorial.
Soledad López anunció que en mayo próximo, "probablemente coincidiendo con el cuarto aniversario de la tragedia", se aprobará un real decreto por el que se concede el ascenso honorífico (sin consecuencias económicas) a los 62 militares. También reveló que ha pedido a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, que condecore a los nacidos en su comunidad, como han hecho otras instituciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de abril de 2007