El objetivo de la ONU de dar medicación a todas las personas con sida que lo necesiten en 2010 sigue muy lejos. Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Onusida muestran que los tratamientos sólo llegan al 28% de los 7,1 millones de personas que lo necesitan.
Con todo, el balance que hacen las organizaciones es positivo: de los 2,1 millones de personas que toman tratamiento en los países de ingresos medios o bajos, la tercera parte -unos 700.000- ha comenzado en el último año.
El estudio deja fuera a los países ricos, donde el acceso es casi universal. Como África subsahariana concentra a la inmensa mayoría de los enfermos, su peso en la estadística es abrumador: ese 28% de personas medicadas mundialmente corresponde con la proporción en el subcontinente. Ello quiere decir que hay 1,3 millones que toman antivirales, lo que representa un aumento del 1.200% frente a los 100.000 tratados de 2003.
La media de acceso está en el 28% cuando se estudian sólo los niños (entre 0 y 14 años), infectados en más de un 90% por sus madres durante el embarazo, el parto o la lactancia. Precisamente las embarazadas son un indicador clave -y negativo-: sólo el 11% de las que lo necesita recibe medicación.
Un factor fundamental para el acceso es el abaratamiento de los fármacos. Éstos han bajado alrededor de un 50% desde 2003. Pero la OMS critica que el descuento se centra en productos antiguos, y no incluye los llamados de segunda línea, que hacen falta para tratar las resistencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de abril de 2007