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Desalojadas 15 familias rumanas sin ayuda en El Grau de Valencia

El Ayuntamiento de Valencia inició ayer el derribo de la manzana que se extiende entre las calles Pez, Vidal de Blanes y Toneleros, en El Grau, una vez expropiadas a sus propietarios las viviendas y realojadas aquellas familias, cinco, que lo necesitaron. Pero las fincas no estaban vacías. Desde hacía semanas, una veintena de familias rumanas ocupaban algunas de esas viviendas. La policía local les avisó el martes por la noche de que tenían que dejar las casas. Los agentes acudieron ayer a las 9.00 para obligarles a sacar sus cosas y tapiar posteriormente los accesos. El concejal de Ordenación Urbana, Francisco Lledó, se felicitó de la actuación que permitirá la construcción de un parque en la zona. Pero nadie, hasta las 20.00, se ocupó de atender a las familias rumanas desalojadas. A esa hora, y desde por la mañana, permanecían en la calle cuatro familias, con seis menores, uno de ellos una pequeña de dos meses que dormía en una caja. En la acera sus enseres, trastos, chatarra, un carro de supermercado lleno de ropa vieja y nada para comer. Las familias esperaban a esa hora que el Ayuntamiento les dijera donde podían ir. Marta Torrado, concejal responsable de ese área, a través de uno de sus asesores, explicó que tal vez se había producido un error de comunicación y que por eso los servicios sociales no habían acudido a lo largo del día a ofrecer los recursos existentes. La casa que habían ilegalmente ocupado las familias tenía luz y agua. Ayer no tuvieron ni donde comer ni donde asearse.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de abril de 2007