Los sindicatos de los Mossos d'Esquadra pidieron ayer de forma unánime la readmisión de cuatro agentes de la policía autonómica de Cataluña que están imputados por maltratar a un detenido en una comisaría de Barcelona. El Departamento de Interior del Gobierno catalán decidió suspender a los agentes de empleo y sueldo tras visionar las imágenes de la supuesta agresión, que fueron captadas con cámara oculta y todavía no se han hecho públicas.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado 31 de marzo. Tras una disputa con dos individuos a la salida de una discoteca de Barcelona, Rubén Pérez Marcos, de 37 años, fue detenido y trasladado a dependencias policiales. Allí, según su versión, sufrió una brutal paliza por parte de cuatro funcionarios -un cabo y tres agentes, dos de ellos en prácticas- que le hizo perder el conocimiento. Los agentes están imputados por un delito contra la integridad moral.
Los sindicatos -SPC, UGT, Comisiones Obreras, APPAC y CAT- no aprecian delito en la actuación de los policías, que juzgaron "profesional". Los agentes, según las centrales, "utilizaron la mínima fuerza necesaria" para reducir al individuo, que mostró "una gran agresividad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de abril de 2007