El 90% de los conflictos graves en las aulas se concentra en el 18% de los centros educativos. Ésta fue una de las conclusiones que se estrajo de la última encuesta sobre convivencia en las aulas elaborada por el Consejo Escolar de Andalucía el curso pasado. La evidencia de que cada centro es diferente es una de las claves que llevó a la Consejería de Educación a imponer, a través del decreto de convivencia aprobado en enero, la elaboración de un plan de convivencia adaptado a sus circunstancias.
El estudio también desveló que el 86,7% de los encuestados (padres, madres, alumnos, profesores y personal no docente) cree que el clima en sus centros es bueno o muy bueno y el 36% que ha mejorado en los últimos años. Aún así, la memoria de 2006 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) alerta del incremento de denuncias por violencia en las aulas, tanto entre alumnos como de éstos o sus padres hacia los docentes.
Los fiscales andaluces ya han tomado medidas para que las agresiones a profesores no queden impunes. La Fiscalía del TSJA instó hace unos meses a tramitar las amenazas graves o las agresiones a docentes como un delito y no como una falta, al considerarlo un atentado a la autoridad (con penas de hasta tres años de cárcel). En los últimos meses, son ya varias las sentencias condenatorias contra padres o madres que se han dictado en juzgados andaluces.
Pero también son varios los casos de violencia que han trascendido en este curso. Uno de los últimos, ocurrido en febrero en Jerez, desembocó en una manifestación en la que participaron más de 5.000 docentes para protestar por la brutal paliza que sufrió un profesor a manos del padre de una alumna.
En Córdoba y Huelva se ha vivido también de cerca este curso la problemática de la convivencia en las aulas. En noviembre, un alumno de 13 años arrojó un estuche a un profesor en Córdoba, le rompió las gafas y le hirió en un párpado. Unos días más tarde, los profesores del IES Arboleda de Lepe y del resto de los centros del municipio, se concentraron después de que un grupo de menores ajenos al instituto, se colaron dentro, recorrieran los pasillos golpeando las puertas y, finalmente, pegaran a un profesor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de abril de 2007