A la Generalitat le han caído del cielo unos cuantos millones para garantizar el suministro de agua entre los ciudadanos. El Ministerio de Medio Ambiente se ha comprometido a aportar 135 millones de euros para finalizar obras que ya están en ejecución en 174 infraestructuras hidráulicas en toda Cataluña. 63 de esas obras tienen el objetivo de abastecer de agua a la población -ampliación y mantenimiento de la red de canalización de agua desde los embalses hasta las localidades vecinas-, y 58 para saneamiento -construcción y renovación de plantas desaladoras y depuradoras-.
Este empujón financiero del Gobierno estatal permitirá a la Generalitat, a través de la Agencia Catalana del Agua (ACA), subvencionar la construcción de la desaladora del área metropolitana de Barcelona (2.800.000 euros), la ampliación de la depuradora de Terrassa (2.923.000 euros) o la rehabilitación de los depósitos de la planta del río Ter (3.500.000 euros), entre otras actuaciones.
La aportación ministerial está fijada en el Estatuto, y viene a compensar las subvenciones de la Unión Europea que la Generalitat perdió cuando el Gobierno central derogó el Plan Hidrológico Nacional en 2004.
Al margen de estos 135 millones de euros, el Ministerio que dirige Cristina Narbona subvencionará el 50% del proyecto de abastecimiento para el pantano de Rialb y el 40% para el de la Llosa del Cavall. El consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, indicó ayer que el acuerdo es "histórico" porque se trata de dos obras "muy necesarias y largamente esperadas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de abril de 2007