La bonanza de la economía española se refleja en los datos del impuesto que más recauda. Un total de 845.000 nuevos contribuyentes presentarán este año la declaración de IRPF, según las previsiones de la Agencia Tributaria. Se trata del mayor incremento en volumen desde 1990 y sitúa en 17,6 millones el número total de declarantes. La campaña ordinaria de renta comienza el próximo 2 de mayo y culmina el 2 de julio, aunque los contribuyentes con borrador pueden confirmarlo desde el pasado 2 de abril. Ya lo han hecho 662.461 personas, tres veces más que hace un año.
Aunque no existen datos por países, es previsible que una buena parte de los nuevos corresponda a inmigrantes. El proceso de regularización que se produjo en 2005 ya se reflejó en la renta presentada el año pasado y su efecto se traslada a la de este año, que recoge los ingresos percibidos durante 2006. En el ejercicio anterior los extranjeros representaron el 3,6% de todos los declarantes, una cifra inferior a la de cotizantes a la Seguridad Social. Hay que tener en cuenta que el límite a partir del cual existe obligación de declarar es de 22.000 euros y que muchos extranjeros perciben rentas bajas.
A tres cuartas partes de los contribuyentes la declaración les saldrá a devolver. La proporción es inferior a la de otros años, pues en este ejercicio se espera que la cuota a ingresar crezca un 24,6% frente al 5,5% que aumentará la devolución. Hacienda lo explica por el crecimiento económico. "La economía ha ido bien; eso se tiene que notar en las rentas salariales", explicó ayer el director general de la Agencia, Luis Pedroche, en la presentación de la campaña de renta.
Todos los contribuyentes deberán proporcionar la referencia catastral de la vivienda en la que habiten, sea en propiedad o de alquiler. El objetivo de esta medida es controlar los arrendamientos; se declaran un 16,7% desde que existe obligación de consignar la referencia (IRPF de 2004).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de abril de 2007