La última sesión de Bolsa ha supuesto, según las opiniones más benévolas, la apertura de un proceso de consolidación del que depende el futuro inmedatio del mercado. Los altibajos sufridos ayer impiden considerar este proceso como algo fácil y de duración más o menos precisa, lo que explica las numerosas dudas de los inversores y la entrada del mercado en una especie de círculo vicioso.
El Ibex 35 consiguió alcanzar los 15.111,70 puntos pocos minutos después de la apertura, pero la escasez de compradores puso pronto en evidencia la solidez de las posiciones y el papel llevó la voz cantante durante el resto de la jornada. Al final, el Ibex 35 cedió el 0,62% y quedaba por debajo de los 15.000 puntos.
La ausencia de indicadores económicos volvió a centrar la atención en las operaciones corporativas, entre las que destacaba el acuerdo entre Barclays Bank y ABN Amro, que contribuyó a enfriar el ambiente en el sector bancario español, a pesar de que la participación de SCH o BBVA en el proceso no había pasado de una simple declaración de intenciones.
A pesar de la importancia de los valores bancarios en el mercado español, el protagonismo volvió a quedar, finalmente, en manos de las inmobiliarias, debido a la nueva caída de la cotización de Astroc, esta vez del 37,23%, y que acabó arrastrando a la mayoría del sector sin que los inversores tuvieran muchas oportunidades para efectuar un mínimo proceso de selección.
La tranquila apertura de la Bolsa de Nueva York, consolidando el nivel de los 12.900 puntos, apenas animó a los inversores europeos, que empiezan a ver en la fortaleza del euro una amenaza latente.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 6.206,64 millones de euros, con 3.186,46 millones, casi la mitad que el pasado viernes, en operaciones del "mercado abierto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de abril de 2007