"Bien por su conocimiento de que la guerra de Irak era ilegal o por simple temeridad, las pruebas demuestran claramente que Blair tiene que responder", afirma en su alegato final el abogado fiscal Philippe Sands en Rendición de Cuentas: El procesamiento de Tony Blair por un delito de agresión, obra de teatro de actualidad presentada el pasado lunes en una sesión para los medios por el Tricycle Theatre, en Londres. Más grave, el abogado Julian Knowles, defensor de Blair sobre las tablas, cierra la obra: "Al final de su juicio, en 1953, Fidel Castro dijo: 'Condenadme, no importa. La historia me absolverá'. Al final de esta vista deben ustedes concluir que Blair no necesita ser absuelto. Nada ha hecho que justifique una condena".
Durante dos horas diez minutos, 11 testigos se someten a las preguntas del abogado fiscal de Blair y de su defensor. Los actores respetan escrupulosamente el interrogatorio al que 11 testigos reales se han sometido en enero y febrero de 2007 ante los abogados. Una actuación magistral la de Thomas Wheatley, que representa a Sands; y otra, la del actor David Michaels, abogado defensor.
Hay dos relatos de fuerte impacto. Uno es el que narra la ex ministra y parlamentaria actual Clare Short. El primer ministro le promete todo el tiempo que no se hará nada sin Naciones Unidas. No hay un debate nunca a fondo sobre Irak. El informe jurídico del fiscal general del Estado (Attorney General), Lord Goldsmith, no se lleva al Gabinete hasta el 17 de marzo, horas antes de comenzar la invasión. Y no está completo... Clare Short apela a la esposa de Blair, "abogada y defensora de derechos humanos", ironiza Short. Así, Cherie la invitar a tomar té. Clare le cuenta con gravedad lo que se está tramando. Cherie le asegura que todo irán bien, que Tony no hará nada malo. La actriz Diane Fletcher borda el personaje y su relato sobre cómo Blair engaña a todos durante meses es convincente.
"Así es como trabaja Tony. La gente cree que los debates en el Gabinete tienen un carácter constitucional. Pues no" , dice Short, tras introducir el segundo relato, de peso, sobre las maniobras de Blair en el Gabinete. Short explica que el fiscal general cambió en diez días, entre el 7 y el 17 de marzo de 2003, su opinión, pasando de caracterizar como ilegal la guerra sin una resolución explícita del Consejo de Seguridad de la ONU, a santificarla al filo de invasión. El dictamen nunca fue aportado completo al Gabinete.
Nicholas Kent, director del Tricycle Theatre, está rebosante. No ha podido llevar a Blair al banquillo de la justicia. Pero sí al de su sala teatral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de abril de 2007