La batalla con la que ayer Alcoi despidió a sus Moros y Cristianos se libro con cerca de 4.000 kilos de pólvora. Esta cantidad fue la que quemaron los festers en el Alardo o Batalla de Arcabucería que volvieron a ganar los bandos Cristianos. La última jornada festiva resultó accidentada. Por la mañana, un jinete moro de la filà Ligeros perdió el control de su caballo, que resbaló cuando galopaba por la calle San Nicolás, en la Estafeta. El festero sólo sufrió heridas leves y se reincorporó a la fiesta tras ser atendido. Y al mediodía, el Capitán Cristiano Antulio Moltó sufrió una caída y se fracturó un pie cuando entraba al castillo. Ayer también fue enterrado Silvestre Vilaplana, ex presidente de la Associació de Sant Jordi, que falleció el pasado día 22.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de abril de 2007