La Bolsa española cayó ayer el 2,73% empujada por el sector inmobiliario y por el pánico de los inversores, que decidieron poner en venta sus carteras sin ninguna capacidad de selección. El Ibex 35 llegó a caer en algunos momentos el 3,14%, hasta los 14.516,50 puntos, casi 600 puntos por debajo del máximo intradía del día anterior, aunque al final se detuvo en 14.578,70 puntos.
El derrumbe de la cotización de Astroc, que llegó a subir el 1.034% en menos de nueve meses desde su salida a Bolsa, ha planteado la posibilidad, casi evidencia, de la existencia de una burbuja en el precio de las sociedades inmobiliarias, cuyas cotizaciones han resultado muy castigadas en los últimos días y que, de paso, han tenido un efecto catastrófico para el resto de la renta variable.
En esta última sesión, los ocho valores que más bajaban en el Mercado Continuo eran sociedades inmobiliarias y, curiosamente, Astroc no era la que más caía. Los inversores, llevados del pánico, no han tenido en cuenta el recorrido reciente de las cotizaciones ni la calidad de los activos, falta de criterio que ha sufrido el conjunto del mercado, pues los valores bancarios también se llevaron un castigo espectacular, en especial en Banco Popular, que perdió el 4,73% al cierre de la sesión, pero que llegó a caer el 7,41%.
El ambiente en las otras plazas europeas era vendedor, pero en unos términos ajustados al recorrido reciente de las cotizaciones. París perdió el 0,53% y Francfort el 0,89%, mientras que Londres bajaba el 0,77%.
La Bolsa de Nueva York abrió con ligeras subidas y se mantenía cerca de los máximos históricos, a pesar de que los indicadores económicos del día resultaron negativos. La confianza de los consumidores bajó en abril y la venta de viviendas de segunda mano sufrió la mayor caída, el 8,4%, desde comienzos de 1989.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de abril de 2007