Los músicos de la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) dejaron ayer de nuevo en silencio sus instrumentos y protagonizaron la tercera jornada de huelga en lo que va de año, aunque creen que la próxima semana podría darse un movimiento interesante por parte del Gobierno vasco. En vez de subirse al escenario del Auditorio Kursaal, donde tenían previsto repetir el concierto de abono del lunes, se concentraron a las puertas del edificio para reclamar un incremento salarial y la equiparación de su sueldo con el de otras formaciones españolas.
La OSE sí actuará hoy en Bilbao y el sábado en Pamplona. Sin embargo, los músicos llevarán a cabo mañana en Vitoria un cuarto día de paro. Sobre las 12.00 se concentrarán frente a Lakua, donde improvisarán un concierto, según recordó ayer por la tarde el presidente del comité de empresa, Jean-Luc Casteret.
La consejera de Cultura, Miren Azkarate, dijo por la mañana que el Ejecutivo ha hecho "más de una propuesta" a la Sinfónica para buscar una salida al conflicto. Casteret apuntó que esa propuesta no alcanza el 6% de subida, una cifra que dista bastante del 15% que reivindica la orquesta. En cualquier caso, señaló que "hay algo en el aire", por lo que confía en alcanzar un acuerdo la próxima semana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de abril de 2007