El alumno ganó la partida al mentor en el regreso de Boza Maljkovic a Vistalegre. Joan Plaza lo hizo con fervor, un ritmo de mil diablos y unas gotas de pelea callejera, las armas preferidas del viejo ilustrado de los Balcanes. De paso, el Madrid recuperó el liderato y mandó un aviso al Tau, al que tiene tomada la medida. Le bailó en Vitoria y le superó con estilo en la Copa. Un mal síntoma con vistas a la Final Four, el próximo fin de semana, en la retina.
Plaza exigió a su gente más intensidad que nunca y el equipo, una piña, la derrochó a raudales desde el primer segundo. La presencia de Bullock, con molestias, fue testimonial, aunque un triple increíble del escolta estadounidense dinamitó el duelo tras el descanso.
REAL MADRID 80 - TAU CERÁMICA 68
Real Madrid: López (2), Smith (20), Tomas (12), Hervelle (12) y Reyes (11) -equipo inicial-; Sekulic (3), Mumbrú (4), Hernández-Sonseca (4), Tunçeri (7) y Bullock (5).
Tau Cerámica: Prigioni (4), Rakocevic (21), House (7), Scola (13) y Splitter (4); Vidal (2), Planinic (2), Erdogán (8), Teletovic (0) y Peker (7).
Árbitros: Amorós, Perea y Bultó. Expulsaron por personales a Sekulic, Splitter y House.
14.000 espectadores en Vistalegre.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
24-13
14-17
22-21
20-17
El Tau se atragantó ante la defensa en zona que impuso el Madrid. Hervelle y Reyes hicieron picadillo en la bombilla las arremetidas de Peker y Splitter. Al brasileño le faltan arrestos en los marcadores apretados. Su presencia en la línea de libres, con baremos del 60% como mucho, causa estupor en su propia afición. Scola, aunque reapareció al final, tampoco salió fino de su acostumbrada rivalidad con Reyes.
La única solución visitante pasaba por el perímetro. La distancia fue peor que un suplicio para los tiradores de Maljkovic (4 de 19). Las manos de Rakocevic se empequeñecieron ante el reto (1 de 7). Justo lo contrario que a Smith. Conocido como La Araña por la envergadura de sus brazos, dos tentáculos con falanges infinitas, imprimió carácter al primer tiempo. Suyos fueron 12 de los 24 puntos que el Madrid anotó en el primer periodo.
Planinic fue el mejor exponente de la doctrina peleona que Maljkovic imprime a sus escuadras. No fue suficiente para contrarrestar el ojo de Raúl López. El base se llevó la manga en su partida particular con Prigioni, el otro candidato a mejor repartidor de la ACB.
La esperanza vitoriana cobró fuerza cuando los árbitros pitaron la cuarta falta de Reyes a falta de ocho minutos. Fue un bulo. El pívot cordobés se creció como suele y enganchó rebotes ofensivos a porrillo. Seguro que Maljkovic se fue orgulloso. Aunque sea su ex pupilo.
Otros partidos: Lagun Aro Bilbao, 78; Akasvayu Girona, 68. Unicaja, 93; Polaris World Murcia, 76.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de abril de 2007