La imprenta que el PP utilizó en Melilla para falsificar formularios de votos por correo era una vieja conocida de la Guardia Civil. Las sospechas que había despertado ese negocio habían provocado una vigilancia que dio resultados en enero, cuando los guardias civiles encontraron en el cubo de la basura de la imprenta pruebas de la falsificación de tarjetas de identidad, sellos aduaneros, pasaportes, envases de jabones y etiquetas de alimentos. La Guardia Civil siguió las pistas y acreditó numerosos negocios fraudulentos.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de abril de 2007