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Crítica:

Ritmo y temblor de lo visible

Las engañosas pinturas de Javier Alkain atraen al espectador como una perfecta telaraña. Tramados que de lejos parecen casi monocromos ocultan una densa relación de mínimas formas y colores. Una especie de microcosmos que invita a la reflexión.

Vuelve a presentar en Madrid Javier Alkain (San Sebastián, 1960) un ciclo extraordinario de obras recientes y reafirma así que se trata de uno de los creadores más interesantes, y ajeno además por entero a los tópicos dominantes en su entorno, que ha consolidado el panorama plástico del País Vasco en este tramo del cambio de siglo. Pero si en su anterior muestra de 2004 enfrentaba todavía series donde mantiene una referencia icónica explícita -la más recurrente alusión al paisaje, junto a coreografías de batallas orientales, en aquella ocasión- en paralelo a otras donde lo visible ha sido destilado ya hasta decantar, más allá de toda resonancia icónica, su esencia última en el mero ritmo y temblor acumulado por una minuciosa y obsesiva constelación de trazos, es hoy precisamente esa segunda deriva, radicalmente abstracta, la que centra por entero la oferta de su actual muestra.

JAVIER ALKAIN

Galería Amparo Gámir

López de Hoyos, 15. Madrid

Hasta el 12 de mayo

Hay además una evolución sensible en la sintaxis de Alkain. El entrecruzado de las rayas que tendía a conferir al despojamiento de sus trabajos una cierta resonancia de corte minimalista ha dado paso en una parte sustancial de la obra nueva a una pincelada y una materia pictórica más densas. Con ello, el resultado tiende a asimilarse a la vertiente más efusiva del hacer de Alkain, aquella habitualmente asociada a la percepción del paisaje, de la que aquí conservan algún eco elocuente determinadas piezas. Pero la acumulación laboriosa, precisa y obsesiva, parece también, en su alucinatoria vibración, remitir en ocasiones a una visión del microcosmos, a la percepción abismal de universos moleculares, cuyo ordenamiento estructural hará aflorar en ciertas obras, más allá del bullir inacabable, una geometría manifiesta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de abril de 2007