El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) tiene en los radares el instrumento más eficaz para luchar contra la siniestralidad en las carreteras. Las cifras así lo atestiguan: en las carreteras catalanas en las que hay radares instalados se ha producido el 34% menos de accidentes mortales desde 2004, año en el que entró en vigor el Plan Integral contra la Velocidad Excesiva. En las vías no controladas, la mortalidad ha descendido el 16%.
En las carreteras catalanas funcionan 91 radares. A partir del 1 de mayo se instalarán tres que no estarán señalizados. El objetivo de los responsables del SCT es comprobar si hay comportamientos diferentes entre los conductores que circulen por carreteras en las que se avisa que la velocidad está controlada por radar y en las que no. Estos aparatos no servirán para sancionar.
El último año han resultado muertas 99 personas en las carreteras catalanas. Entre abril de 2005 y abril de 2006 fallecieron 112, el 11,6% más.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de abril de 2007