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MIRADOR

Empleos más estables

Hace tiempo que el paro dejó de ser un estrangulamiento básico de la economía española para convertirse en un problema macroeconómico más, doloroso para quien lo sufre, pero inocuo para la estabilidad social. La Encuesta de Población Activa (EPA), que es el indicador más fiable de la actividad laboral en España, ha publicado los datos de ocupación del primer trimestre de 2007 en los que aparece un ligero aumento del desempleo -concretamente crece en 45.500 persona- y un descenso significativo de la tasa de temporalidad, en casi dos puntos porcentuales, hasta situarse en el 31,95%. Si en próximos trimestres continúa este descenso, se confirmará un cambio estructural importante en la economía española.

Leída la EPA, las conclusiones son poco espectaculares, pero tranquilizadoras... por el momento. La economía sigue creando empleo, aumenta por tanto el número de ocupados (67.400 en el primer trimestre) y crece la población activa (112.900 personas), lo cual explica el aumento trimestral del paro. Hay razones para suponer que el paro ha subido durante el primer trimestre de este año de forma meramente circunstancial.

La inflación también sigue una pauta moderada, aunque el indicador adelantado del Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) registra para abril una tasa interanual del 2,5%, una décima más que en marzo. La tendencia general sigue siendo la de un crecimiento sostenido sustentado en el aumento del consumo, favorecido por las altas tasas de empleo. El problema es que el crecimiento constante de ocupados y consumidores está tensando las infraestructuras de la economía española. España necesita acrecentar el capital social para que los servicios públicos (transportes, sanidad, educación) lleguen a todos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de abril de 2007