Sí. Y los profesionales deberían controlar las competencias de los cargos públicos. Nynaeve.
Lo haga el Estado, las Administraciones autonómicas, las locales o de forma consensuada entre todas, me conformaría con que existiese una planificación urbanística que determinase, al menos, todo aquello que no debe hacerse. Una minoría de ciudadanos con altas posibilidades económicas está destrozando de forma irreversible el territorio nacional a base de chalet, piscina, pista de pádel y el inevitable campo de golf. Tonelete.
Sí. Cuando aprobar una actuación urbanística es cosa de pocos, es muy fácil tentarles para que actúen según los intereses del constructor. Sobornar a la Administración central sería más difícil. Rafacimata.
El Estado, entendido como el poder central, debe dejar libertad a las administraciones autonómicas y locales para que se ocupen de la planificación del urbanismo. Estas instituciones también son Estado. Y ellas son las que mejor conocen las necesidades de la gente. No nos ha ido mal con la descentralización autonómica. Lo que sobran son políticos oportunistas que juegan con el dinero y el patrimonio de los pueblos. Y aquí el Estado sí debe tener leyes estrictas para acabar con los caprichos faraónicos de muchos regidores locales y autonómicos. Luis Munoz.
Bastaría una buena Ley del Suelo que concediera a las Comunidades Autónomas competencias de fiscalización eficaz de la actuación de los Ayuntamientos, así como endurecer las penas en materia de infracciones urbanísticas. Lenchoelflaco.
Desde el Estado se tiene una visión mejor del futuro que desde las corporaciones locales. En muchos lugares de España se están saqueando los recursos y el suelo públicos. ¿A quién pedirán cuentas las siguientes generaciones? Ammu.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de abril de 2007