Es así: 100 personas ensucian más que 10. Por eso el trabajo de limpieza de Barcelona es un buen indicador de cómo ha crecido el número de visitantes: en cuatro años, el numero de barrenderos ha pasado de 2.557 a 3.500, el 37% más. Ni la ciudad ha aumentado de tamaño ni la población ha crecido un tercio en cuatro años, pero el auge del turismo ha llevado a que en Las Ramblas, por ejemplo, haya trabajadores limpiando 24 horas al día.
"Eso cuesta mucho trabajo, el turismo cuesta mucho dinero, que sale de los presupuestos municipales" explica Xavier Martínez, profesional de la limpieza, del sindicato CC OO.
A su juicio, el número de turistas en Barcelona "no puede seguir creciendo indefinidamente, se está masificando y todos no cabemos".
Los siete millones de turistas que recibe la ciudad, que generan un gran beneficio económico a las empresas, acarrean "un gasto público en mantenimiento y seguridad que debería compensarse" con algún tipo de tasa turística, argumenta Martínez.
Para evitar que los lugares más turísticos de la ciudad se conviertan en "parques temáticos", el portavoz sindical defiende una moratoria en la construcción de hoteles. "Se inauguran 20 cada año, ¿por qué no hacen 300?", espeta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de abril de 2007