El público pudo pisar ayer por primera vez la ampliación del Museo del Prado proyectada por Rafael Moneo. Acudieron 4.800 personas a la primera jornada de puertas abiertas. Muy pocos turistas, muchos jubilados, asiduos al Prado y estudiantes de arquitectura.
El flujo fue constante, pero no se formaron las colas esperadas. Abierto, la iniciativa que hasta el 1 de julio muestra el edificio casi vacío, es gratuita e incluye explicaciones de alumnos de la escuela de arquitectura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de abril de 2007