El 23 de abril se celebró en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, el 10º Aniversario de la primera oficina en España de la Fundación Vicente Ferrer. Otros actos han ido celebrándose en las distintas delegaciones del país.
Colaboro con la fundación desde hace un tiempo, y el año pasado tuve la oportunidad de conocer su labor in situ, en Anantapur, una de las regiones más pobres de la India. Hospitales, colegios, un centro de discapacitados, otro de maternidad, talleres de artesanía, organizaciones de mujeres, plantaciones agrícolas, pantanos para regadío, 23.000 viviendas... Las acciones de la fundación ayudan ya a 2,5 millones de personas a tener una vida mejor. Este viaje me emocionó y me llenó de optimismo, porque me sentí involucrada en ese proceso de transformación.
Ante las noticias publicadas últimamente sobre casos de supuesta corrupción en algunas ONG, quisiera recordar que muchas fundaciones, como la de Vicente Ferrer, han conseguido, con total transparencia, crear rincones más humanos. Felicidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de abril de 2007