José Lobato, bilbaíno de unos 40 años, ha sobrepasado ya la cifra de 50.000 kilómetros por las carreteras de España sin consumir otra cosa que no sea biodiésel. Todo un logro teniendo en cuenta que todavía no se trata de un combustible muy extendido. Explica que no ha encontrado ninguna diferencia en su motor y que a veces ha pagado incluso un céntimo menos por ser más ecológico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de mayo de 2007