Hace ocho años, Domingo Rodríguez se convirtió en uno de los alcaldes más jóvenes de toda Andalucía al ser elegido, con apenas 22 años, primer edil de su pueblo, Chiclana de Segura (Jaén). Había terminado de estudiar Magisterio y le picó el gusanillo de la política. Probó y ya lleva dos legislaturas. Ahora, con 30 años, aspira a su tercer mandato, al frente de la candidatura del PP. "Soy un enamorado de mi pueblo, me gusta salir con mi gente o hacer deporte con mis amigos", comenta Rodríguez, que se siente un privilegiado con relación al resto de jóvenes de su pueblo. "El abandono del mundo rural tiene que ver en parte porque los jóvenes se forman en carreras y titulaciones que sólo tienen salida en las ciudades, pero apenas hay inserción laboral en los pueblos pequeños", comenta el alcalde de este municipio de apenas 1.300 habitantes, que en la década anterior perdió un millar de habitantes y que en los últimos años bastante hace con mantener a duras penas su censo. "Mueren más personas de las que nacen cada año, pero se va compensando la población con el regreso al pueblo de algunos emigrantes ya jubilados y hartos de las grandes ciudades".
Domingo Rodríguez, que aboga por introducir enseñanzas más en consonancias con el medio rural, valora la iniciativa de la Junta de diseñar una nueva estrategia de desarrollo rural escuchando a todos los sectores implicados, pero se muestra un tanto escéptico: "Los objetivos no son malos, pero llevamos muchos años oyendo hablar de la descentralización hacia los municipios y no se cumple nunca. Creo que no existe un verdadero interés político por el medio rural", comenta Rodríguez, que pone como ejemplo el "olvido" hacia su comarca, El Condado, cuya economía gira en torno al olivar, aunque en los últimos años han empezado a emerger interesantes iniciativas de turismo rural impulsadas por la asociación de desarrollo rural, Asodeco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de mayo de 2007